Qué es la inteligencia financiera y cómo podemos alimentarla
¿Eres de los que llega fin de mes y no sabe cómo ha podido arrasar su cuenta bancaria? ¿O de los que ahorra y ahorra pero nunca consigue ver la luz? ¿o simplemente no te has parado a pensar en cómo está tu economía? Entonces quizás necesitas una buena dosis de inteligencia financiera. Ahí va.
Qué es la inteligencia financiera
No, la inteligencia financiera no mide cuánto sepas sobre finanzas o dinero. No se refiere a conocimiento. Se refiere más bien a habilidad y a la actitud. A cómo te sepas mover con las finanzas y el dinero. Porque puedes ser muy inteligente y acumular mucho conocimiento, pero si no lo sabes usar …
La inteligencia financiera se refiere más bien a la práctica. Es la habilidad que tienes para gestionar tus finanzas y diseñar estrategias que optimicen ingresos, aseguren la estabilidad y empujen tu crecimiento económico.
Todos tenemos inteligencia financiera, sólo hay que saber ejercitarla. Por supuesto, la formación es clave para desarrollarla, pero también influye mucho la personalidad y la actitud.
Hay personas que tienen un presupuesto familiar, saben cuánto ganan y cuánto gastan, investigan cómo sacar mayor rentabilidad de sus ahorros o qué gastos podrían reducir en caso de necesidad o tienen siempre un colchón de dinero para emergencias.
Hay otras personas que gastan todo lo que ganan sin fijarse bien en qué gastan, ni cuánto. Si hay dinero en su cuenta, lo gastan. Y cuando no hay … entonces se preguntan cómo habrá podido volar todo su dinero y se ajustan el cinturón o se endeudan …
La inteligencia financiera es una herramienta que nos sirve para buscar fuentes de ingresos alternativas a las que ya tenemos y asegurar que nuestro dinero crece, que no mengua. Nos aporta equilibrio y crecimiento financiero.
Cómo alimentar nuestra inteligencia financiera
Quizá ya hagas muchas de las cosas que te contamos más abajo, o quizá no hagas ninguna todavía y esto cambie tu economía. En cualquier caso, aquí tienes unas herramientas para desarrollar o fortalecer tu inteligencia financiera.
Trabaja tu actitud
La actitud es fundamental para alimentar tu inteligencia financiera. Para algunos será fácil por su personalidad, pero para otros puede suponer todo un reto.
La inteligencia financiera necesita:
- Equilibrio
La elaboración de un presupuesto mensual con todos los ingresos y gastos te ayudará a tener ese equilibrio necesario para gestionar bien tus finanzas. Te dará esa perspectiva de cómo es tu economía, valorar el ahorro y te ayudará a tomar decisiones.
- Constancia
No puedes pensar hoy una cosa y mañana otra. Por supuesto que puedes cambiar de opinión, pero siempre con argumentos de peso, con razones sopesadas, analizadas y contrastadas.
- Realismo
Tienes lo que tienes. Lo que te gustaría tener o tus expectativas están muy bien, pero no son reales. No te dejes llevar por las emociones porque pueden separarte de la realidad. Tu mente debe mantenerse fría.
- Educación
Aprende siempre, no te canses de aprender. Por supuesto, si no sabes nada de economía o finanzas deberías aplicarte un poco para ponerte al día porque, una vez hayas aprendido lo básico, seguro que te picará saber más y seguirás leyendo, estudiando, aprendiendo … porque no podrás evitarlo. (y lograrás la inteligencia financiera)
- Sentido común
No hay que llevar nada al extremo. Tú tienes que saber qué es lo que es bueno para ti y qué te puede desequilibrar. Todo razonado previamente.
Controla tus ingresos y gastos
Es fundamental saber cuántos ingresos tenemos al mes y cuánto gastamos. Es una tarea muy sencilla, solo necesitas un excel y dos columnas. Si quieres, puedes añadir una tercera columna en la que incluirás cómo ahorras.
Aquí hay un ejemplo. Por supuesto, no tienes por qué tener todos los supuestos y seguro que hay muchos que se han escapado al listado:
Ingresos
- Salario/s
- Alquiler piso/s o local/es
- Reembolsos por inversiones
- Dividendos por participaciones en empresas
Gastos
- Alquiler o hipoteca
- Suministros: agua, luz, gas, teléfono (móvil y/o fijo), internet, plataformas de ocio …
- Cuota de autónomos
- Deudas: tarjetas de crédito, préstamos personales, préstamo del coche …
- Impuestos: IBI vivienda/s, parking/s, impuesto/s basuras
- Cuota/s comunidad de propietarios de tu/s vivienda/s
- Gimnasio
- Comida para cocinar en casa
- Gasto en restaurantes y bares.
- Ocio: viajes, cine, museos, clases de baile, de reiki, de yoga …
- Estudio: clases de inglés, máster, educación hijos …
- Ropa
Ahorro
- Cuota para inversiones
- Plan de pensiones
- Cuenta corriente
- Cuenta de ahorro
- Depósito a plazo
- Ahorro en metálico
Evita las deudas
Hay un porcentaje no despreciable de personas que contrae deudas. Según la Encuesta de Competencias Financieras 2016 del Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el 28% de los entrevistados vive en hogares cuyos gastos excedieron sus ingresos en los doce meses anteriores a la encuesta.
El porcentaje varía poco por grupos de edad, con excepción de los mayores de 65 años. Aunque este índice es relativamente más elevado entre los grupos con bajo nivel educativo (35%) y entre los hogares con renta inferior a €14.500 anuales (44%).
A veces es casi imposible no endeudarse por las circunstancias personales que nos rodean, pero hay que tratar de evitarlo a toda costa. Es clave para mantenernos a flote. Una deuda, si es excesiva, esclaviza y no te deja avanzar.
Por supuesto, no compres si no tienes la certeza absoluta de que puedes permitírtelo. No arriesgues firmando un préstamo que te puede anclar, que no va a dejarte avanzar.
Analiza cómo puedes ahorrar
Una vez tengas tu presupuesto mensual con las entradas y salidas, obsérvalo durante varios meses para ver si de verdad se ajusta a la realidad. Haz las correcciones oportunas, añade y quita conceptos, revisa números … Esta inversión de tiempo vale la pena porque te dará una fotografía real de tus finanzas y así podrás elaborar una buena estrategia financiera personal.
Con este presupuesto mensual real delante, hazte estas preguntas:
- ¿Puedo ahorrar un 10% de mi sueldo? ¿O más? ¿Cuánto menos?
- ¿Puedo cortar alguno de mis gastos?
- ¿Puedo incrementar alguno de mis ingresos?
- ¿Qué debería cortar en caso de emergencia?
Así sabrás cuánto puedes ahorrar mensualmente. Luego solo queda invertirlo, porque dejarlo en una cuenta corriente o en metálico es como si no hicieras nada. O bueno, es peor. Vas a dejar que la inflación se lo vaya comiendo poco a poco. En diez años podrías llegar a perder un 35% de tu poder adquisitivo si contabilizamos una inflación anual del 3%.
Las fórmulas para invertir tu dinero son muchas y diversas. Si tus ahorros dan de sí puedes invertir en inmuebles y alquilarlos, recurrir a las tradicionales cuentas de ahorro o planes de pensiones, o puedes innovar y sumarte al 5% de la población que ya invierte en fondos de inversión según la Encuesta de Competencias Financieras 2016.
Eso sí, antes de invertir debes analizar cuáles son tus necesidades personales y financieras para diseñar una cartera de inversión que se ajuste a tus objetivos de corto, medio y largo plazo. O mejor, confía en un equipo de expertos para que haga este trabajo por ti. Es más seguro y eficaz porque es altamente probable que te consigan más rentabilidad por tu dinero al estructurar mejor las inversiones y rebajar los costes.
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