La inversión pasiva casi se define por su oposición a la activa. Mientras la activa intenta batir los mercados, la pasiva imita a su índice de referencia. Con esta idea en la cabeza vamos a analizar qué es y cómo funciona la inversión pasiva.
Qué es y cómo funciona
La inversión pasiva nació de la mano de John Bogle. Fue uno de los grandes inversores del siglo XX y descubrió que la mayoría de los fondos de gestión activa no conseguían batir al mercado en el largo plazo, después de gastos y ajustados por los riesgos adicionales asumidos.
Ahí arrancó su teoría: ya que no se podía ganar al mercado, habría que replicar sus movimientos para conseguir su misma rentabilidad. Esa sería una mejor estrategia de inversión a largo plazo.
Bogle aprovechó su despido de Wellington Fund en 1974 para poner en práctica su filosofía. En solo un año creó Vanguard, su propia gestora de fondos, y lanzó el primer fondo indexado del mundo.
John Bogle falleció el 16 de enero de 2019, pero su comunidad de seguidores, los bogleheads, continúa con fuerza su legado: imitar al mercado para conseguir su misma rentabilidad.
Para ello, generalmente se invierte en la totalidad de los valores que conforman un índice de referencia o en una muestra de valores contenidos en el mismo cuyo comportamiento agregado sea muy similar al del índice. Esta estrategia permite al inversor invertir en un elevado número de compañías con un coste muy reducido, minorando el riesgo particular de cada una de ellas.
Los vehículos de inversión más conocidos para seguir esta estrategia son los fondos de inversión indexados y los ETFs (exchange-traded funds o fondos de inversión cotizados). En Finletic, optamos por utilizar los primeros por ser productos más eficientes desde el punto de vista fiscal para un inversor español.
Inversión pasiva vs Inversión Activa
Porcentaje de Activos en Gestión Activa vs Pasiva por Áreas Geográficas
Porcentaje de Activos en Fondos Pasivos, Patrimonio
Porcentaje de Activos en Fondos Pasivos, Ingresos Fijos
Fuente: Morningstar Direct Asset Flows – 2018 Global Asset Flows Report
Los defensores de la inversión activa, eterna rival de la pasiva, continúan asegurando que pueden obtener más rentabilidad que el mercado invirtiendo en acciones específicas. Pero es peligroso porque esta gestión se basa en la especulación sobre ciertos títulos o movimientos de los mercados a corto plazo, además cobrando más por ello y asumiendo mayores costes de intermediación e impuestos.
En 2014 un estudio de Lipper Analytic Services y Vanguard Group ya dejó claro que tienes más probabilidades de obtener mejores resultados y rentabilizar tu dinero con fondos pasivos que con los gestionados activamente. Estos fondos son más baratos de gestionar, por lo tanto, tienes menos costes y puedes rentabilizar tu dinero a mayor ritmo, gracias a que el efecto capitalización es superior con la vista puesta en el largo plazo.
En definitiva, si la inversión pasiva se define a sí misma por oposición a la activa. ¿Por qué no aclaramos sus diferencias para entender a ambas?
En la tabla de arriba se pueden ver claramente cuáles son las ventajas de la inversión pasiva. El inversor paga menos costes y comisiones, invierte de forma sencilla, con una gestión mínima y obtiene, en teoría, la misma rentabilidad que su índice de referencia minorada por los costes asumidos en la gestión del producto. La única certeza que poseemos para obtener una mayor rentabilidad a largo plazo es reducir el drenaje de los costes, porque el comportamiento del mercado es impredecible.
Además, en la inversión pasiva se puede diversificar muchísimo. Como se basa en imitar a un índice de referencia o mercado, se puede diversificar geográfica y sectorialmente la cartera de inversión, reduciendo así su riesgo. Por ejemplo, hay fondos que invierten a nivel global en las mayores empresas del mundo.
A corto plazo, la gestión activa quizá podría batir al mercado porque tiene esa capacidad de reacción que le falta a la pasiva (dicho de otra manera, tiene un mayor componente de especulación que puede ser positivo o negativo), pero cuando hablamos de 10, 15 o 20 años, el mercado acaba ganando y con él la inversión pasiva porque resulta imposible adelantarse consistentemente a los movimientos de los mercados.
Cómo la inversión pasiva democratiza las inversiones
El nacimiento de la inversión pasiva supuso una democratización de las inversiones porque:
- Abrió el mundo de los fondos a los pequeños inversores.
- Bajó las comisiones de gestión drásticamente.
Al replicar los fondos a sus índices de referencia ya no era necesario un gran equipo de gestores y analistas que siguiera a diario el mercado para intentar superarlo. Solo había que imitarlo. Eso redujo los importes a invertir y las comisiones de gestión a unos mínimos que eran muy asequibles por los pequeños inversores. Aunque también se puede argumentar que los mínimos de inversión de la gestión activa son perfectamente equiparables y en muchos casos, más accesibles que los de la pasiva.
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