Cómo influyen los costes en la rentabilidad de tus inversiones
Los costes influyen, y mucho, en la rentabilidad de tus inversiones. Son, junto con la inflación, el mayor drenaje de tu cartera. Aquí te lo explicamos todo.
Impacto de los costes sobre la Rentabilidad Real
¿Qué impacto tienen los costes de las inversiones sobre su rentabilidad real? Lo mejor es verlo en diferentes escenarios con distintos costes para comprobar cuál es su peso o impacto.
ESCENARIO 1
Echa un vistazo abajo:
La rentabilidad nominal y la inflación no se mueven en ningún caso. Así, la rentabilidad real bruta, descontando solo la inflación, es un 3% en los cuatro casos.
Si comparamos los distintos escenarios, vemos que los costes van creciendo del Caso 1 al Caso 4.
Con estas circunstancias, examinemos la erosión que producen los costes sobre el resultado inicial, sobre la Rentabilidad Nominal Bruta:
- En el Caso 1: Es el que menores costes soporta (1%).
Su rentabilidad real neta se eleva al 2%.
- En el Caso 4: Es el que mayores costes soporta (2,5%).
Su rentabilidad real neta es del 0,5%, o lo que es lo mismo, hasta 4 veces inferior que en el caso 1, lo que demuestra el fuerte impacto que los costes pueden llegar a tener sobre la rentabilidad inicial esperada.
También podemos calcular el porcentaje que representan los costes sobre la Rentabilidad Real Bruta, es decir, la rentabilidad teniendo en cuenta sólo la inflación.
- En el Caso 1: Los costes son del 1%, mientras que la rentabilidad real bruta es del 3%.
Por lo que, efectivamente, los costes son un 33,3% de la misma, producto de dividir el 1% entre el 3%.
- En el Caso 4: Los costes son del 2,5%, mientras que la rentabilidad real bruta sigue en el 3%, por lo que, realizando la misma división, 2,5% partido por 3%, vemos como el peso de los costes llega a representar hasta un 83% de la rentabilidad.
En el largo plazo esto es muy perjudicial para tus ahorros.
ESCENARIO 2
Vamos con otro caso práctico que nos ayude a ver cómo varía la rentabilidad dependiendo de los costes que soporte una inversión.
Fíjate en los dos casos de abajo:
Hay dos casos y ambos tienen una rentabilidad anual nominal bruta del 7%, inflación anual del 3%. En ambos casos se calcula la rentabilidad acumulada a lo largo de diferentes periodos para comparar el impacto de mayores o menores costes. ¿Cuál es la única diferencia? Los costes.
- En el caso 1: El importe inicial es de 100.000 euros y la rentabilidad después de gastos asciende al 1,5%, lo que nos deja una ganancia de 1.500 euros el primer año.
Reinvirtiendo la totalidad, es decir, la suma de los 100.000 euros más los 1.500 euros, a lo largo de los años, nuestra rentabilidad crecerá de forma exponencial.
Es decir, ese 1,5% reinvertido durante 20 años genera una rentabilidad acumulada del 34,7%, del 56,3% durante 30 años y así en adelante.
Lo que nos viene a decir el ejercicio es que, con una rentabilidad del 1,5%, reinvertida, a los 47 años habremos generado una rentabilidad de más del 100%, lo que viene a significar que tardaremos 47 años en duplicar nuestra inversión.
- En el caso 2: El cambio es sustancial. Con las mismas cifras de rentabilidad e inflación, reducimos los costes, del 2,5% al 1,5%, con lo que la rentabilidad neta real asciende ahora al 2,5%.
Bajo estos supuestos, en el primer año, si nuestro capital inicial es de 100.000 euros y la rentabilidad después de costes del 2,5%, nuestro beneficio es de 2.500 euros.
En 20 años, ahora reinvirtiendo ese 2,5% de rentabilidad, el beneficio llega a 63.682 euros, lo que se traduce en una rentabilidad acumulada del 63,9% y es considerablemente mayor que el 34,7% generado en el Caso 1 en el mismo periodo.
La gran diferencia ahora es que, al soportar menores costes, la rentabilidad es mayor, por lo que para alcanzar una rentabilidad del 100%, o lo que es lo mismo, para duplicar nuestra inversión, solo necesitamos 28 años en vez de 47.
Con esto, podemos asegurar que una de las pocas certezas que existen en el mundo de inversiones es que, para dos inversiones con idénticas rentabilidades reales, menores costes significan mayores rentabilidades.
ESCENARIO 3
En los casos estudiados previamente las inversiones siempre obtuvieron rentabilidades nominales brutas positivas, pero ¿y si fueran negativas? ¿cómo influyen entonces los costes?
Fíjate abajo:
- En el caso 1: Asumimos que la rentabilidad antes de costes e inflación es del -1%, lo que, descontadas estas variables, resulta en un rendimiento neto del -6,5%.
Tal y como podemos observar en los cuadros, a un año perdemos ese 6,5%, pero el problema se puede agrandar en el tiempo si no somos capaces de arreglar esa situación.
En sólo cinco años habremos perdido casi el 30% de la inversión, pero nuestras decisiones erróneas no deben cargar con toda la culpa, porque son los costes y la inflación los responsables principales de esto.
- En el Caso 2: Con la misma rentabilidad negativa bruta del -1%, los costes son inferiores, un 1,5% frente a un 2,5%.
La diferencia es notable. Si antes decíamos que en cinco años casi perdemos un 30% de nuestra inversión, ahora ‘sólo’ perdemos una cuarta parte de nuestra inversión. Perdemos menos porque los costes son menores.
Podemos equivocarnos o no con nuestras decisiones de inversión, pero son los costes los que suponen un drenaje de rentabilidad y, con el paso del tiempo, pueden llegar a sumar un porcentaje demasiado elevado como para poder ser asumido.
ESCENARIO 4
Veamos ahora qué pasa cuando tenemos dos casos, uno con una decisión de inversión acertada y otro con una decisión de inversión no acertada.
- En el Caso 1: Un escenario con rentabilidades nominales brutas positivas del 6%, que después de costes e inflación, se quedan en una neta del 0,5%.
En un periodo de cinco años hay crecimiento de la inversión. Su rentabilidad neta, es decir, libre de costes e inflación, suma un 7,7%.
- En el Caso 2: Asumimos una rentabilidad nominal bruta negativa del -1% y unos costes también del 1,5%.
Los números de la tabla hablan por sí solos: No solo por la rentabilidad nominal bruta obtenemos una rentabilidad negativa, sino que ésta aumenta aún más por culpa de que también hay que restarle los costes.
Si a una decisión no acertada le sumamos también los costes, las diferencias en los resultados finales en términos de rentabilidad son muy abultadas en periodos de tan solo cinco años.
Aquí el mensaje es sencillo: teniendo en cuenta los costes, el impacto de un error de inversión, puede ser sustancial, lo que no hace sino ahondar en la importancia de considerar los costes como una variable clave a la hora de la toma de decisiones.
CON DATOS REALES
Veamos ahora un ejemplo con datos reales. Fíjate abajo, son datos reales de rendimiento de fondos de inversión americanos de 1996 a 2005.
Para ser exactos, son datos que recogen los rendimientos de estos 10 años y la relación que tienen los resultados finales con unos costes mayores o menores.
Para ello, se han dividido en grupos de cuatro, llamados cuartiles, cada cuartil refleja el 25% de la muestra. El primer cuartil serían los fondos de inversión con mejores resultados acumulados. El cuarto sería el 25% de los fondos con peores resultados.
Vamos a comentar uno de los grupos de activos más conocido, US Large Caps, o grandes compañías norteamericanas, que es el recuadro de la derecha, si bien lo que viene a continuación es aplicable a todos los grupos de fondos de inversión en renta variable o de renta fija.
Lo que se puede observar a simple vista es la relación perfectamente inversa que hay entre el coste medio, la columna Average Expense Ratio, y la rentabilidad media anualizada, la columna Average Return. En este caso concreto, lideran la clasificación en el cuartil 1, con un rendimiento medio del 9,09%, aquellos productos con menor coste total, un 0,60%.
Vemos cómo los cuartiles 2, 3 y 4 mantienen el mismo patrón, indicando que, especialmente en el largo plazo, a mayor coste, menor rendimiento. No hay mejor ejemplo que el rendimiento del 6,37% del cuarto cuartil, que tiene que soportar un coste medio del 2,05%.
Así que, otra vez más, se refleja que el coste impacta de forma muy directa sobre los resultados de nuestras inversiones.
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