Introducción
Por tomar algunos ejemplos, sucedió en 1998 con Long Term Capital Management, se repitió en 2008 con la caída de Lehman Brothers y la gravísima crisis a la que precedió y, ahora en 2021, la historia se ha vuelto a producir con el descenso a los infiernos de Archegos Capital, un private investment office con alma de hedge fund.
El exceso de riesgos asumidos en los tres ejemplos comentados, traducidos en un apalancamiento exponencial, han sido la razón por la que fondos o entidades, con varios miles de millones de dólares e inversores detrás, han tenido un mismo y nefasto final a lo largo de la historia. Solo una regulación más exigente, orientada a mitigar estos eventos extremos, ha contribuido a reforzar la fe en el sistema, en la medida de lo posible. Pero eso no es suficiente para que lo que se repite de forma más o menos recurrente, no vaya a volver a suceder con un nuevo actor.
¿Quién y qué es Archegos?
Archegos Capital Management ha sido una oficina de inversiones norteamericana, dedicada a gestionar el patrimonio de su fundador Bill Hwang (cuya riqueza estaba ligada en origen a un hedge fund) así como el de otros clientes que ha ido incorporando, al calor del éxito de las inversiones pasadas del mencionado creador de la compañía.
Sin embargo, la particularidad de Archegos es que la filosofía era similar a la de un hegde fund, con un uso intensivo de productos sofisticados y grandes dosis de endeudamiento, que son los que han abonado el terreno para la caída.
Por su parte, Hwang, desconocido para la mayoría hasta hace escasas semanas, se ha convertido en el centro de los ataques del sector, como ya les ha sucedido a otros antes que a él. En su caso, al salir a la luz, entre otros asuntos, las sanciones que ya había recibido en EE. UU. o la prohibición de operar en Hong-Kong, en ambos casos por utilizar prácticas dudosas a la hora de operar.
¿Qué es el apalancamiento?
Antes de comenzar a explicar el porqué del auge y descenso de Archegos, conviene explicar en qué consiste el apalancamiento, una alternativa de inversión que implica unos riesgos que pueden suponer pérdidas millonarias, a cambio de retornos potenciales, obviamente elevados.
Apalancarse, en términos financieros, significa que, con una cantidad de dinero físico, un inversor puede, utilizando derivados, tener una exposición de inversión mucho mayor. El término deriva, en sí, de la palabra palanca, financiera en este caso, según la cual, a través del uso de recursos ajenos, se eleva el “patrimonio disponible” para invertir.
Pasamos a explicarlo numéricamente para su mejor comprensión:
- El inversor XYZ tiene 1.000 euros, los cuales quiere destinar a invertir en la bolsa.
- Su primera opción es invertirlos directamente a través de acciones o fondos, con lo que su cartera en el momento inicial estará valorada en 1.000 euros. Si la bolsa sube o baja un 20%, su cartera ganará o perderá 200 euros de forma aproximada.
- Pero XYZ puede tomar la decisión de querer tener una exposición mayor a esos 1.000 euros, por ejemplo, elevándola a 10.000. Para que esto sea posible, tendrá que acordar con un intermediario el préstamo de fondos para poder financiar esta operación de apalancamiento. El inversor pondrá como garantía del préstamo esos 1.000 euros y, a cambio, el intermediario, le da un nivel de exposición a la bolsa de 10.000 euros. En argot financiero, se diría que el inversor está apalancado diez veces. Entonces, ahora los movimientos de la bolsa se magnifican, de tal manera que un 20% no son 200 euros de pérdida o ganancia, sino que pueden ser 2.000 o 20.000 euros, por ejemplo.
Si la inversión realizada con apalancamiento es satisfactoria, entonces el inversor obtendrá un rendimiento aún más satisfactorio. Pero a la hora de apalancarse, el intermediario que facilita la operación exige, como es más que lógico, unas garantías por parte del inversor. Así, cuando la inversión resulta errónea y las pérdidas se magnifican, esto obliga al intermediario a ejecutar la garantía del inversor, teniendo que asumir este, pérdidas enormes, que puede llevarle a la pérdida total del dinero invertido.
El caso Archegos
Mediante el uso de la técnica de apalancamiento y acertando en las inversiones en las que debía aplicarse, Archegos Capital Management venía cosechando unos retornos excelentes, si bien, a cambio de unos riesgos enormemente elevados, aunque la mayoría del tiempo solían pasar desapercibidos.
La forma de gestionar de Archegos, consistía en concentrar las inversiones en un reducido número de compañías, con unos niveles elevados de apalancamiento. En la medida que estas compañías siguieran revalorizándose, todo era optimismo en Archegos. El problema era que alguno de estos valores se diera la vuelta y que lo hiciera con fuerza. Y así sucedió con el conglomerado de comunicación Viacom, una de esas posiciones.
Al sufrir la acción de Viacom un retroceso del 50% en pocos días y estar apalancado, las pérdidas de Archegos fueron enormes, en comparación a lo que hubiera correspondido con una inversión sin apalancamiento. Al producirse caídas tan abruptas, las garantías existentes colaterales fueron insuficientes, por lo que, los bancos que habían posibilitado estas operaciones, además de verse obligados a liquidar las posiciones del gestor, asumieron pérdidas que, en el caso de dos grandes bancos internacionales (Credit Suisse y Nomura) han supuesto un agujero de 4.000 millones de dólares.
A esto, hay que unir una práctica, en el mejor de los casos arriesgada, por parte de Archegos, que consistió en cerrar esos acuerdos, de elevado apalancamiento, con varias entidades al mismo tiempo y para el mismo tipo de operación. Ello, naturalmente, supuso una bomba de relojería que, cuando estalló, arrasó con todo lo que había a su alcance, el propio Archegos incluido.
Conclusión y lecciones
Como ya sucedió en 1998 y en 2008, por poner dos ejemplos más que conocidos, hay eventos ante los que el componente humano parece tener la tentación de volver querer a caer, si bien, sí se van poniendo trabas para, al menos, minimizarlos en la medida de lo posible.
En cualquier caso, hay múltiples lecciones que se pueden extraer del caso Archegos:
- El apalancamiento es una técnica de inversión que puede ser enormemente rentable, con un uso adecuado. El problema es cuando “se le pierde el miedo”, se producen excesos y provoca pérdidas que pueden significar la defunción de todo un negocio y la pérdida de miles de millones de dólares.
- Concentrar las inversiones es otro método de poder obtener grandes retornos, pero a cambio de asumir una probabilidad de pérdida total.
- Como con la concentración, tomar decisiones activas frente al mercado, puede generar un lucro muy atractivo. Pero hace falta acertar, no solo con la decisión, sino también con cuándo aplicarla y entre medias, el coste soportado puede ser muy excesivo.
- Si bien, a un inversor profesional le presupone qué sabe en qué y cómo invierte, tomar decisiones sobre las que no se alcanza a comprender las implicaciones, puede terminar por ser catastrófico.
- Y, finalmente, y aunque pueda sonar repetitivo, el método más sencillo para no caer en situaciones similares pasa por acogerse a las reglas fundamentales de la inversión: I) diversificar, justo lo contrario a la concentración, II) evitar utilizar apalancamiento en dosis que puedan llevar a la pérdida total del patrimonio y, III) no invertir en aquello que no se entienda en poco tiempo.
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